jueves, 12 de abril de 2012

Discurso de la ceremonia de graduación de la primera generación de Licenciadas en Educación Preescolar con apoyo de las Tecnologías de Informacion y Comunicación (LEPTIC)

EloÍsa Huerta*

Denis Nuñez. Luna nueva. 2011
Maestro Mario Delgado Carrillo Secretario de Educación del Distrito Federal,  Doctora Silvia Beatriz Ortega Salazar Rectora de la Universidad Pedagógica Nacional, distinguidos miembros del presídium, compañeras Licenciadas,  buenos días, es para mí un honor dirigirme a ustedes en representación de todas y cada de las  docentes que integramos la 1ª Generación  de la Licenciatura en Educación Preescolar sustentada en las Tecnologías de la Información y Comunicación LEPTIC 2008,  en este día tan especial…  el día de nuestra graduación.

Es muy complejo detallar todo lo que aprendimos y logramos consolidar durante nuestro trayecto por esta nuestra Universidad, no podría terminar jamás de describir lo que cada una de nosotras siente en este momento, lo que experimentamos,  los  retos a los que  nos enfrentamos y por la nueva etapa que hoy empezamos a vivir,  sin embargo lo intentaré:

Hace apenas algunos años, nos informaron que derivado del decreto de la Ley de Obligatoriedad para la Educación Preescolar emitido en 2002, ya no sería posible continuar ejerciendo como docentes frente a grupo de preescolar, requeríamos de un título universitario, pese a todos los años de experiencia que teníamos esta noticia fue un gran golpe en nuestras carreras como educadoras sin estudios profesionales, nuestro futuro docente se tornó por demás incierto.

En muchos casos buscamos alternativas de solución, pero estaban fuera de nuestro alcance, pues solo algunas Universidades particulares ofrecían la Licenciatura en Educación Preescolar a muy alto costo, aspecto que originó un gran desánimo entre nosotras acrecentando nuestra preocupación, durante 2008 la Dirección de Educación Inicial y Básica, realizó un estudio para identificar nuestros perfiles profesionales y  como consecuencia  nuestras necesidades académicas; fue en octubre de 2008  cuando llego la gran noticia, a través de la Secretaría de Educación del Distrito Federal podríamos cursar la Licenciatura en Educación Preescolar en la Universidad Pedagógica Nacional, en solo tres años, en una modalidad semiescolarizada que no afectaba nuestras labores cotidianas ya que es  sabatina, no realizaríamos examen de admisión, solo teníamos que cubrir algunos requisitos administrativos y comprobar nuestra experiencia frente a grupo,  la Secretaría nos otorgó una beca a través de la cual se cubren todos los gastos, pensaron en todo, confiaron en todas,  a cambio solo nos pidieron constancia, dedicación, esmero  y responsabilidad, gracias a esa confianza “somos universitarias”. Estoy segura que casi ninguna de las presentes habíamos imaginado lo que era estudiar en esta Universidad, no estamos en cualquier “escuelita”, estamos en la “Universidad Pedagógica Nacional”.
Denis Nuñez. Sueño. s/f

En nuestro primer día de escuela estuvieron frente a nosotras los que iban a ser nuestro gran equipo de docentes, en realidad… nos  dieron miedo, las exigencias eran muy altas, no interesaba que teníamos una modalidad mixta, pues no todo iba a ser presencial, muchas actividades eran frente a la computadora, y la mayoría  de nosotras ni la maquina sabíamos encender, lecturas, análisis, críticas, leer  y releer hasta comprender el significado de un párrafo, nos fue necesario entender, libros y lecturas diversas que diariamente teníamos que realizar,  desvelos, tareas que se realizaban en nuestra famosa Plataforma,  teníamos que terminar… sábado a sábado veíamos caras desganadas, poco a poco los  numerosos grupos dejaron de serlo, el sueño nos comenzaba a  ganar, todas nos encontrábamos en las nuevas redes sociales conectadas hasta las 2 o 3 de la mañana, intercambiando ideas, trabajos de equipo, enviándonos tareas para saber si era correcto lo que escribíamos, y nuevamente cada sábado nos veíamos y reparábamos en nuestro avance, el ánimo volvía, así, durante tres años.

Sé que todo este esfuerzo tuvo un  alto costo para cada una de nosotras, y no monetariamente hablando, para poder cumplir el sueño, sacrificamos el tiempo dedicado a un esposo, a los hijos, a la familia, a los amigos, al tiempo para nosotras mismas, toda nuestra rutina fue modificada, a partir de nuestro ingreso a la Universidad toda nuestra vida fue diferente,  tres años de sacrificios, de lucha, de entrega…  tres años, que puedo decir a nombre de todas, ¡Valió la pena!.

Sé que para nosotras obtener la Licenciatura en Educación Preescolar, no es solo para conservar este puesto tan grande y tan importante, sino  para seguir siendo “maestra de preescolar” no solo por conservar el trabajo, no solo por mantener nuestra economía, sino  por que como seres humanos obtuvimos un invaluable crecimiento, no sabíamos que éramos capaces de dar esto, y mucho más, no creíamos en nosotras mismas, queríamos darnos por vencidas en muchos momentos de la carrera,  sin embargo, ¡Lo logramos!.

Logramos ser docentes con una visión nueva, queremos a través de nuestras intervenciones educativas, formar un México diferente, mejor  al que hemos vivido durante  estos últimos años, formar niños y niñas independientes, pensantes ya que enfrentarán un camino lleno de nuevos retos, pero también de alternativas de solución,  queremos contribuir a este mundo el cual queremos mejorar día a día, aprendimos sobre  la importante labor que tenemos que realizar, hemos de dedicamos a ella no al 100, si no al 200 por ciento diariamente, escuchando y orientando a cada una de esas pequeñas personas de enorme capacidad de razonamiento, hemos de dar y propiciar en ellos ese pensamiento crítico, reflexivo y analítico sustentado en las teorías constructivistas aprendidas,  no solo queremos que quede en nosotras, queremos y debemos trascender en cada uno de los aspectos de nuestras vidas,  en  la de los niños y niñas bajo nuestra responsabilidad, en la de nuestras familias y de las personas que nos rodean, a partir de hoy nuestra nueva visión sobre  la educación será para beneficio de todos.

No me queda más que agradecer primeramente al Mtro. Mario Delgado Carrillo  Secretario de Educación del Distrito Federal por la confianza y el apoyo incondicional que nos otorgan,  a la Universidad Pedagógica Nacional y a su excelente equipo pedagógico,  pues  gracias al importante Convenio de Colaboración firmado por las dos instituciones es que pudieron proveernos de las herramientas necesarias para consolidar en nosotras esta seguridad como figuras docentes,  fortaleciendo los incipientes pilares formativos que teníamos establecidos, gracias a todos ustedes  ahora somos mejores docentes,  hoy somos diferentes, agradecemos por igual a todos y cada uno de nuestros familiares que nos acompañaron en este arduo y largo camino, sin su apoyo, jamás habríamos llegado tan lejos.

Agradezco y reconozco el compañerismo, la dedicación, la reflexión, el ejemplo y las risas, de cada una de las compañeras durante estos tres años, fue difícil, pero satisfactoriamente logramos que el sueño hoy culmine, compañeras… exhorto a quienes hoy nos graduamos a que reflexionemos sobre el gran reto que a partir de este día  nos toca  enfrentar  finalizar  la Licenciatura es solo el principio, pero vamos por más, queremos y debemos ser  docentes a la vanguardia, sin olvidar que el futuro de nuestra ciudad y de nuestro país está en la niñez.

Sólo me resta decir a cada una de nosotras ¡llegamos a la meta!, ¡lo conseguimos!, hoy somos Licenciadas en Educación Preescolar ¡¡FELICIDADES!!

Gracias

*Alumna egresada de la Universidad Pedagógica Nacional UPN095 Azcapotzalco

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