viernes, 20 de enero de 2012

El artículo tercero constitucional en México: una mirada desde la globalización

Sandra García Guarneros
Nuestro derecho constitucional se va modificando
 para encauzar la vida mexicana que cambia con gran rapidez.
Este cauce es aún muy estrecho para la  realidad y las aspiraciones de los  mexicanos, y no será lo amplia que debe ser y por necesidad tiene que ser, hasta  que todos los mexicanos podamos vivir  dignamente: con educación, con cultura, con satisfactores materiales, con libertad.
Jorge Carpizo


La educación es, sin duda la articulación de muchos elementos históricos, culturales, económicos, filosóficos, políticos y sociales que van relacionándose hasta conformar el Sistema Educativo mismo, que principalmente responde a los intereses y necesidades de los grupos en el poder, que devienen actualmente de un proceso de globalización, entendido este último como “un intenso intercambio de personas, ideas capital y tecnología en el espacio internacional… nació en la Prax Británica, aproximadamente entre 1875 y 1914… periodo de relativa paz, en el que la conciencia liberal con su fe en el progreso…se unía a la suposición de la superioridad racial para justificar la dominación económica y política por parte de Europa de grandes partes del mundo no industrializado” (Peet, 2004: 45).
Quizá para comenzar a subsanar la inmensa cantidad de necesidades que existen a nivel mundial debemos comprender al estilo de desarrollo a partir de una perspectiva dinámica e integradora como “un proceso dialéctico entre relaciones de poder y conflictos entre grupos y clases sociales, que derivan de las formas dominantes de acumulación de capital, de la estructura y tendencias de la distribución del ingreso, de la coyuntura histórica y la dependencia externa, así como de los valores e ideologías” (Gligo, 2007).
Así pues habría que preguntarse ¿cómo las diferencias en el estilo de desarrollo (caracterizadas en factores como: localización, tamaño, nivel de vida de los habitantes, crecimiento económico, entre otros), implicarían que países distintos con el mismo estilo tuvieran diferentes manifestaciones?, ya que fenómenos como la globalización, impactan de diversas maneras a las economías de los estados, en algunos marcadamente acentúan sus carencias y en otros generan crecimiento económico, así como bienestar social y en consecuente desarrollo.
La globalización es en la actualidad un término que se utiliza indistintamente y con poco rigor en su naturaleza, significado y alcance del término, careciendo de precisión, ya que se le otorga valor distinto dependiendo del discurso en que está incluido. Este término se empezó a utilizar a principios de la década de los 80s, tratando de explicar los acelerados cambios macroeconómicos que tuvieron lugar a partir de 1970.
Es así que el inicio de la década de los ochenta es determinante para las reformas que se dan al artículo tercero constitucional, mismas que marcarían, no sólo el rumbo de la nación Mexicana en lo educativo, sino en todos los ámbitos de la vida, a continuación se analizará desde una perspectiva histórica, la trascendencia de las últimas tres reformas que ha sufrido este artículo en relación con las políticas internacionales.
El contexto económico de finales de la década de los 70´s y principio de los 80´s trajo consigo la caída en los precios del petróleo, aspecto que ya representaba un importante ingreso en el Producto Interno Bruto (PIB) nacional, a partir de los yacimientos descubiertos en 1976 en el Golfo de México, esto da lugar al incremento en las tasas de interés de la deuda externa generando una fuerte crisis económica. Es bajo este panorama que se gesta una nueva reforma al 3° constitucional que busca entre otras cosas reducir el gasto y la responsabilidad que tiene el Estado, así como su inferencia en cuestiones educativas, por lo tanto se dota de libertad y autonomía a las instituciones de educación superior, ya que lo que en un principio se establece como una buena intención deviene en la reducción cada vez mayor de presupuestos.
A continuación se presenta la mencionada reforma que se dio bajo la envestidura de Fernando Solana como Secretario de Educación Pública en 1980, que establecía en la fracción VIII:
“Las universidades y las demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de este artículo, respetando la libertad de cátedra e investigación y de libre examen y discusión de ideas, determinarán sus planes y programas y fijarán los términos de ingreso, promoción y permanencia de su personal académico; y administrarán su patrimonio. Las relaciones laborales, tanto del personal académico como del administrativo, se normarán por el apartado A del artículo 123 de esta Constitución, en los términos y con las modalidades que establezca la Ley Federal del Trabajo conforme a las características propias de un trabajo especial, de manera que concuerden con la autonomía, la libertad de cátedra y de investigación y los fines de las instituciones a que esta fracción se refiere”.
Es evidente que la reforma también trajo beneficios importantes, pues la enseñanza superior podía, a partir de este momento regular y establecer sus planes y programas, así como el diseño curricular de los mismos, además de la oferta académica, no obstante es significativo señalar, que al administrar su propio patrimonio, entraban también en un proceso de negociación del presupuesto, limitando la cobertura y abriendo la puerta al mercado de particulares, generando un sistema educativo basado mayormente en el marketing, que como menciona Paulo Freire (2004:73) da lugar a “el conocimiento como mercancía, la escuela como shopping y los docentes como proletarios”.
En el año de 1982 Miguel de la Madrid, al asumir la presidencia gestiono con la comunidad financiera internacional la reestructuración de los términos y condiciones de pago, a través de una carta de intención1, examinada por el Fondo Monetario Internacional (FMI)2 y el Banco Mundial3. Resultado de estas negociaciones fue el logro de la estabilidad económica, ya que el aumento de las exportaciones generó divisas y disminuyo la inflación; sin embargo la reducción en el gasto social provocó desempleo y una de las partidas presupuestales más afectadas fue la educación.
En el año de 1983 se da una reforma educativa en respuesta a las demandas internacionales, justificándose con lo establecido en el Plan Nacional de Desarrollo (PND, 1982-1988), que contenía tres propósitos principales: “promover el desarrollo integral del individuo y de la sociedad mexicana, ampliar el acceso de todos los mexicanos a las oportunidades educativas, culturales, deportivas y de recreación, y mejorar la prestación de los servicios en estas área, buscando la racionalidad funcional que promueve la descentralización4 de la vida nacional como parte importante del proyecto modernizador, asignando y distribuyendo los recursos a corto y mediano plazo”.
Dicha reforma, está dirigida hacia la creación de un sistema educativo diferente, que establezca nuevas maneras de intervención, coordinación, administración, planeación y regulación pública, pero es precisamente esta reforma educativa, la que empata totalmente las labores de la escuela con el nuevo aparato de capital extranjero y privatización de las empresas nacionales.
Los tecnócratas de la administración de De la Madrid para asegurar el pago de la gigantesca deuda (externa e interna), comenzaron la implementación de un programa de apertura de la economía, procedieron a partir de 1984 cuando esta deuda ascendía a 48 mil millones, se liberaron los grandes sectores, iniciando así la privatización de un gran número de empresas estatales, de tal forma que para finales de este sexenio, ya se habían vendido varios centenares de ellas.
La intervención directa del Fondo Monetario Internacional, es muy importante en este momento histórico, pues la estrategia del gobierno Mexicano, hasta el año de 1990, no es solo la privatización de empresas nacionales, y la generación de inversión extranjera, mismas que apuntan claramente hacia el establecimiento de una política neoliberal. Sino que se pretende además el establecimiento y mejora de las relaciones diplomáticas con Washington, para poder encontrar en el gobierno Norteamericano, un aliado que posibilite la reestructuración de los términos de la deuda, sin embargo se produce un grave estancamiento económico, principalmente por la fuga continua de capital y la reducción de los salarios reales y prestaciones, por parte de los nuevos dueños de las grandes empresas, antes Nacionales, tomando en cuenta, que eran como hasta ahora, los contribuyentes mexicanos y las clases trabajadoras las que cargan con el pago de la crisis y la deuda.
Para 1985, ya eran 550 bancos internacionales los acreedores de México, lo cual no produjo ningún beneficio para el país, ya que por un lado se desploma el precio del petróleo y por otro se genera una nueva recesión económica como parte de las secuelas del terremoto que azota la nación este mismo año, el gobierno Mexicano, para evitar la quiebra, adquiere en 1987, un nuevo préstamo por 6 mil millones de dólares.
Para 1988, llega a la presidencia Carlos Salinas de Gortari, que de manera inmediata decide entrar en el llamado “Plan Brady”, partiendo de una propuesta del secretario del Tesoro de los Estados Unidos, para lograr una última reestructuración de la deuda, mismo que consistió en el canje de los viejos bonos de deuda por nuevos, que eran respaldados por el Tesoro de los Estados Unidos, el FMI, el Banco Mundial y el gobierno Japonés, aspecto que sirve de base para el posterior establecimiento de la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN).
Es en este sexenio 1988-1994, que el gobierno Mexicano habla constantemente sobre impulsar la modernización del país, por lo cual se crea el Programa Nacional para la Modernización Educativa, que establece dentro de su diagnóstico inicial, la insuficiencia en la cobertura y la calidad, la desvinculación y repetición entre los ciclos escolares, la concentración administrativa y las condiciones desfavorables del cuerpo docente. Con base en lo anterior, se establecen cinco grandes orientaciones, que serían enfatizadas posteriormente en políticas públicas: ampliar la cobertura y redistribución de la oferta, elevar la calidad, pertinencia y relevancia, integrar por ciclos, desconcentrar la administración, mejorar las condiciones de los docentes.
En 1989 el poder ejecutivo federal, propugno, una serie de medidas, para enfrentar los retos y orientaciones antes mencionados, que contemplaba:
  • Aumentar la equidad para la ampliación de la oferta.
  • Reformular contenidos y planes para superar el reto que implicaba lograr la calidad.
  • Integrar los niveles de preescolar, primaria y secundaria en un ciclo básico.
  • Delegar, para la descentralización, responsabilidades por entidad, municipios, etc., así como incentivar la participación social por parte de los maestros, padres de familia, etcétera.
  • Revalorar al docente y su función, el aspecto salarial, la organización gremial y la carrera magisterial.
Bajo estas disposiciones se da la siguiente reforma constitucional al artículo tercero el 28 de Enero de 1992, de la cual se destacan dos puntos esenciales, el primero indica que se “precisa que la Educación que imparta el Estado-Federación, Estados, Municipios sea laica, buscando evitar que la educación oficial privilegie a alguna religión o promueva el profesar una religión”, y en segundo lugar “Establece que la educación primaria, secundaria y normal, así como aquella destinada a obreros y campesinos, que impartan los particulares deberá requerir expresa autorización, debiendo ajustarse a los planes y programas que al efecto establezca la autoridad”.
Durante el siguiente año se formaliza otra modificación que es de vital relevancia hasta la actualidad puesto que plantea, que es obligatorio cursar los niveles de primaria y secundaria, lo que representa un aumento no solo en la escolaridad de la población en general, sino en el reconocimiento de la propia cultura, ya que el nivel educativo de un país, está directamente relacionado con el conocimiento y ejercicio de la participación ciudadana, la democracia, la igualdad y la búsqueda constante del bienestar común.
De manera consecuente a estas reformas en el artículo tercero, emanan otras, que son plasmadas en la Ley General de Educación en 1993, en dichas modificaciones, se establece el marco legal de las relaciones, derechos y obligaciones entre la federación y los gobiernos estatales y municipales, así como las participación de maestros, autoridades y padres de familia, en los llamados consejos de participación social.
Sin embargo cada una de estas transformaciones, devienen en un terreno, en el cual se equipara la educación directamente con la capacitación para el trabajo, o adiestramiento, como una nueva manera de generar actividad comercial en el país, que además abarataba cada vez más su mano de obra, esto a su vez significa que se desarrolla una educación mucho más academicista, en virtud de la base competitiva para obtener un puesto de trabajo dentro de las empresas.
Durante este sexenio se incentivó el programa de “carrera magisterial”, para los docentes de preescolar, primaria y secundaria, sustituye aspectos como el buen desempeño profesional, intercambiado por la competencia directa entre profesores, para obtener un salario más remunerado, se evalúa mediante exámenes estandarizados, que en la mayoría de los casos no toman en cuenta las necesidades del contexto escolar y la comunidad, la formación y el grado de compromiso del docente, sino la mera adquisición de contenidos por parte de los alumnos, transformando así la labor de enseñanza en un mero vaciado de datos y la cobertura de un programa educativo.
Se establece la tendencia en primer término a privatizar la educación media superior y superior, bajo la clara visión para educar en el autoempleo, teologizando y tecnificando incluso las áreas humanísticas, ya que muchas de las instituciones creadas tenían un perfil de Universidad Tecnológica o Instituto Tecnológico, con curriculum que dejaban ver de manera directa la intervención empresarial.
Es importante hacer notar que es gracias a la demanda laboral que se crean nuevas carreras universitarias, y por supuesto que se apoya este hecho educativo, ya que permite a los egresados tener mayores posibilidades de emplearse al terminar sus estudios, estrictamente lo que se critica es como bien lo indica Lucie Sauvé (2006: 77), que “la globalización de la educación se convierte en un subsector de la economía, está marcada por una ideología antropocéntrica, recursista y neoliberal, así como por la transposición de una lógica empresarial de abasto de productos y servicios para el desarrollo de recursos humanos y capital social, con el fin de aumentar la productividad y la competitividad”.
A principios de 1994 debido a los intereses generados, la deuda externa alcanzaba más de 122 mil millones de dólares, la cifra más alta en su historia, además de otros factores como la fuga de capitales que se presentó en Marzo del mismo año, posterior a la muerte del candidato a la presidencia Luis Donaldo Colosio y el levantamiento de los pueblos indígenas que se contraponen a que el país se integre de manera plena al capitalismo global.
La crisis económica desencadenada en 1995 y a lo largo del mandato presidencial de Ernesto Zedillo genera constantemente la especulación en contra del peso mexicano, aspectos que se ven reflejados en el Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000, mismo que consideraba la educación como un factor estratégico del desarrollo, que hace posible asumir modos de vida superiores y permite el aprovechamiento de las oportunidades que han abierto la ciencia, la tecnología y la cultura de nuestra época. Los propósitos fundamentales que animaron este programa, eran la equidad, la calidad y la pertinencia de la educación, intentando ampliar en forma creciente la cobertura de los servicios educativos para hacer extensivos los beneficios de la educación a todos los mexicanos, independientemente de su ubicación geográfica y condición económico-social.
La última reforma educativa emanada del gobierno de Vicente Fox Quezada deriva del Programa Nacional de Educación 2001-2006 , que reconocía, en primer lugar, que los avances alcanzados hasta entonces por el sistema educativo mexicano habían sido insuficientes para enfrentar los retos que el crecimiento demográfico y el desarrollo cultural, económico, social y político planteaban al país. También se admitía que la educación nacional enfrentaba tres grandes desafíos: cobertura con equidad, calidad de los procesos educativos y niveles de aprendizaje e integración y funcionamiento del sistema educativo, motivos por los cuales el 12 de Noviembre de 2002 se modifica por última vez hasta la fecha el artículo 3° Constitucional precisando que, “además de impartir la educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, el Estado promoverá y atenderá todos los tipos y modalidades educativos incluyendo la educación superior necesarios para el desarrollo de la nación, apoyará la investigación científica y tecnológica y, atenderá al fortalecimiento y difusión de nuestra cultura”.
Este artículo establece así pues las bases sobre su aplicación, como una obligación de la federación impartirla y como un derecho de todo individuo recibirla, cabe mencionar además que esta educación que imparta el estado debe desarrollar armónicamente las facultades del ser humano garantizando que sea laica y que luchara contra la ignorancia, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.
El México actual se encuentra ligado a graves problemáticas sociales, mismas que acentúan aún más la brecha de desigualdad social, es evidente que el artículo 3° constitucional plantea propósitos y retos importantes a la nación y es por esto que es importante preguntarse, si ¿el currículo que presenta la educación en México es el adecuado y responde a los fines que la constitución establece?, ¿Cómo la autoridad gobernante y la ciudadanía se han involucrado en esta problemática?.
Tal parece que como país no estamos abriendo los canales adecuados para enfatizar las discusiones sobre estas problemáticas y seguimos tratando de adaptarnos a un mundo globalización, cargando a cuestas esquemas anacrónicos que no nos permiten avanzar y arrojando como resultado altos índices de pobreza y analfabetismo a nivel nacional.
Se evidencia por supuesto que los procesos económicos han influido seriamente en la historicidad del Sistema Educativo Nacional, haciendo inclusión en su marco legal directamente en el artículo 3° constitucional como la norma máxima, que regula a los Mexicanos en cuanto a la educativo, los cambios han sido guiados bajo una serie de reformas que tratan de fusionar a los habitantes del país con el mundo globalizado, cuando quizá lo más importante sería repensar y deconstruir el Sistema Educativo desde el planteamiento ¿cómo poner la globalización al servicio del hombre?, y en específico del México actual y no viceversa.
Bibliografía
  • FREIRE, Paulo (2004), El grito manso, México, Ed. Siglo XXI.
  • GLIGO, Nicolo (2007) Estilos de desarrollo y medio ambiente en América Latina, un cuarto de siglo después (parte I). Revista virtual REDESMA. Red de Desarrollo sostenible y Medio Ambiente. Fecha de consulta: 16 de Mayo de 2010, de http://revistavirtual.redesma.org/vol1/ : http://revistavirtual.redesma.org/vol1/
  • ORNELAS Carlos (2009), El sistema Educativo Mexicano, La transición de fin de siglo, México, FCE.
  • PEET, Richard (2004), La maldita trinidad. El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Comercio, España, Ed. Leatoli.
  • SAUVÉ, Lucie (2006) Educar para el debate. Políticas nacionales y educación ambiental; en Trayectorias No. 20 – 21. 77 p.
  • SORIANO, Rosa María (2007): Instrumentación de una nueva cultura académica en las universidades públicas: ¿inmersión o sujeción de la colectividad? Tesis de doctorado en Pedagogía. México: Facultad de Estudios Superiores Aragón, UNAM.

1 Carta de intención: En esta el gobierno mexicano se comprometía a ajustar las tasas de cambio, aumentar exportaciones, reducir tarifas de importación (disminuir aranceles), disminuir el déficit presupuestal (afectando principalmente al sector educativo, al sector salud y la venta de paraestatales).
2 Fondo Monetario Internacional: Institución central del sistema monetario internacional creada en 1945, que otorga prestamos a países miembros que experimentan crisis en sus balanzas de pagos, fundamentalmente a partir de fondos previamente depositados, pero en monedas más fuertes (Peet: 2001).
3 Banco Mundial: Agencia de desarrollo integrada por cinco instituciones especializadas y por los mismos 184 miembros del FMI, tiene dos funciones que son el establecimiento de créditos y donaciones a países en desarrollo y da préstamos directos estableciendo condiciones de política económica (Peet: 2001).
4 La descentralización era una propuesta que aspiraba a incluir toda la vida nacional. Se trataba de un proyecto global que abarcaría todos los sectores, que impulsaría el desarrollo y permitiría la consolidación de los municipios, con la promesa de una reforma fiscal que hiciera posible una mejor distribución de los recursos entre los tres niveles de gobierno: federación, estados y municipios. No obstante lo planteado a alcanzar en el ámbito político y social, no se logró sobrepasar el discurso, pues solo hubo avances en el sector educativo, fundamentalmente en el plano normativo-jurídico, con algunos logros en lo administrativo (Soriano, 2007).

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